martes, 6 de octubre de 2009

Anécdotas de mi abuelo

Una de las mucha anécdotas que me ha contado mi abuelo ha sido que con solo 17 años de edad,embarco en un barco pesquero hacia Canada(Terra Nova) y una vez alli fue a Groenlandia a pescar y estuvo pescando a 19ºCentígrados bajo cero.


Otra anécdota que me conto fue que con tan solo 6 años se subio a un caballo y cuando el caballo iba al trote cuando el quiso que se parara él (el caballo) no paró y lo arroyo al suelo y al caerse se clavó una punta oxidada y le tuvieron que poner la vacuna contra el tétano.


También con 8 años,un día salió a dar una vuelta con el caballo y llendo al galope,el caballo no le hizo caso cuando él le mandó parar y lo peor no éra que no podía parar sino que,sino paraba,
iban a chocar con una cosa rara y al chocar con esa cosa lo mas probable éra que salieran mui mal parados,entonces mi abuelo tiró el caballo al suelo y al caer los dos el caballo le callo encima de la
pierna y se la rompió.

El padre de mi abuelo trabajaba vendiendo sal por todas las casas en un caballo,y un día estuvo enfermo,y tenía que repartir los paquetes de sal fuera como fuera.
Cuando mi abuelo llegó de limpiar las cuadras de los caballos su padre le dijo que si hoy él podia ir con el caballo de casa en casa repartiendo el sal,y mi abuelo con tan solo 12 años tuvo que cojer el caballo,montarle el carro,cargar los paquetes de sal...y ponerse a repartir eses paquetes por todas las casas.


También con tan solo 10 años iba con su caballo cerca de las vías del tren y calló del caballo y al caer se enganchó el pie con la cuerda que el tenia agarrada y el caballo siguió trotando y llegó a las vías del tren con mi abuelo arrastras,y aún lo arrastró unos metros por las vías del tren hasta que mi abuelo consiguió soltarse.

Otro día,con 20 años,embarco para ir otra vez en el barco pesquero,pero esta vez no iba a estar pescando a 19ºCentígrados bajo cero,sino que iba a pescar a todo lo contrario,a 42ºCentígrados sobre cero.

4 comentarios:

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  2. Una manera de narrar sencilla pero eficaz, enhebrando una anécdota detrás de otra.

    Y tu abuelo sería un digno protagonista de cualquier relato épico. No me extraña que con doce años fuera capaz de enganchar el caballo al carro y repartir la sal. Para entonces los caballos ya le habían roto una pierna, arrastrado por el suelo...

    Te recuerdo una regla de ortografia: si un verbo no tiene una "ll" en su infinitivo, no la tendrá en ninguna de las formas de su conjugación. "Yendo" no se puede escribir "llendo" porque "ir" no tiene "ll".

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  3. Gracias por el comentario merlín,le estoi mui agradecido.
    Por lo del fallo del verbo no se preocupe que no volverá ocurrir.

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